Cuando tomó la decisión de abandonar Hungría, lo único que pasaba por la mente de Ladislao Kubala era desarrollar una carrera futbolística profesional sin ninguna restricción e iluminar los campos de Europa con su particular talento para anotar goles. Un uniforme de soldado soviético le dio la cuartada perfecta para salir de un país dominado por el socialismo en busca de un futuro más prominente en occidente.
Desde muy temprano el joven Ladislao Kubala, hijo de húngaro y checoslovaca, se acostumbró al éxito. Su habilidad con la pelota hacían de él una persona especial. Militó en equipos como el Slovan de Bratislava y Vasas de Budapest donde sus buenas presentaciones le habían ganado el reconocimiento en las canchas. Era un hábil delantero cuyo potente remate se presentaba como una de sus principales virtudes. Un 27 de enero de 1948, con tan solo dieciocho años, se jugaba el partido más importante de su vida: escapar de un régimen socialista, controlado por la Unión soviética, con el cual el no estaba de acuerdo.
Kubala había contactado con una organización cuyo principal propósito era facilitar la salida del país a personas que no estaban de acuerdo con las condiciones políticas que, por aquel entonces, el “camarada” Stalin impartía a todos los países de la “cortina de hierro”.
La frontera austriaca fue el destino de un camión cargado de supuestos soldados rusos, uno de ellos era Kubala quien de los nervios no podía musitar palabra. Por su condición de celebridad nacional podía ser reconocido en cualquier instante. Al acercarse a la frontera el peligro se hacía más inminente, los últimos metros de camino los debían realizar caminando con dirección a la frontera que le conduciría a una libertad alejada del “paraíso socialista” vivido en Hungría.
Cubrió el corto trecho con éxito, ya estaba en Austria y una nueva vida iniciaba para él. Su primer equipo fue el Pro Patria con el cual no pudo finalmente jugar por las presiones húngaras en la FIFA. Desesperado y con ganas de demostrar sus habilidades en la cancha, colabora en la fundación del equipo Hungaria y realiza exhibiciones por toda Europa.
Uno de esos partidos de exhibición se realizó en Madrid contratado por Santiago Bernabéu, presidente del Real Madrid, al cual las habilidades del delantero magiar, llamaron potentemente la atención. Bernabéu, quien ya en ese momento tenía en la cabeza el Real Madrid que quería construir, decidió ficharle, pero fue el FC Barcelona quien más tarde, mediante una argucia técnica, solucionó el problema de su condición de fugado del régimen socialista y le integró en sus filas.
Anteriormente Kubala no había podido jugar por el simple hecho que al fugarse de Hungría su último club, el Vasas, no emitiría el transfer correspondiente. Los directivos culés, astutos como siempre, lo nacionalizaron con estatus de refugiado político y lo inscribieron con ficha de futbolista aficionado en 1950.
Así empezaba una de las carreras más prominentes del fútbol español en el cual Kubala ganó Ligas, Copas e incluso llegó a integrar su seleccionado nacional convirtiéndose en el único jugador que ha integrado tres selecciones nacionales. Anteriormente había jugado para Checoslovaquia y Hungría. Al retirarse como jugador fue entrenador de España por 11 años y sus equipos, pese a no conseguir grandes victorias, siempre fueron respetados y queridos por los aficionados.
2 comentarios:
Excelente crónica, parece el capitulo de una exitosa novela sobre el fútbol. Felicitaciones !!! Debería escribir un libro. Mi enhorabuena.
Dear Editor,
On 15 June 2012, because of the 85th anniversary or the birth of László Kubala, we're organizing a statue unveiling. The statue is made by László Kutas, and represents Laszlo Kubala, one of the greatest, internationally recognized hungarian football player.
Beacouse of this event we're planing to publicate a short book about Kubala's life.
We found a great photo of him on your website too ( http://sin-microfono.blogspot.hu/2012/01/una-fuga-que-beneficio-al-futbol.html ).
Because of the shor time reaming, we kindly ask You, to help us with your quick answer and consent about the publication of this photo.
Of course, we will send You a copie of the book.
Yours sincerely:
Tímea Szabó
szabo.timea@matrixpr.hu
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