Manchester United pierde a los ‘Busby Babes’




El reloj simplemente paró y así congelado permanece en una de las paredes del mitíco estadio de Old Trafford. El miércoles 6 de febrero de 1958  la tragedia se le apareció a de uno de los equipos más recordados en la historia del fútbol: los ‘Busby boys’ del Manchester United.
Una Mentalidad ganadora

Matt Busby vió los frutos de su esfuerzo 7 años después de haber emprendido el reto más importante de su vida. El escocés quién había jugado para el Manchester City y Liverpool en su juventud aceptaba  como primer trabajo en los banquillos dirigir uno de los clubes más emblemáticos del Reino Unido: el Manchester United. No imaginaba aquel 1 de octubre de 1945 que tendría que esperar hasta  1952 para ganar su primera liga. Pero ahora en 1956 su metodología traía una nueva idea al fútbol, una bocanada de aire fresco a un fútbol que añejaba a la misma marcha que sus lóngevas estrellas. Consigue su segundo título de la First Division con uno de los equipos más jóvenes de la historia, sus jugadores tenáin un promedio de 22 años de edad, esto significaba que su idea de dar prioridad a los juveniles estaba dando resultados. Había nacido una nueva idea en el fútbol.

El símbolo de aquel equipo era un zurdo llamado Duncan Edwards quien destacaba por su buen trato de balón y un rápido paso al ataque desde la línea media del campo, su rápido ascenso en el fútbol lo llevó a mantener por mucho tiempo el récord de ser el jugador más joven en haber vestido la camiseta de la selección inglesa con 18 años y 183 días después superado por Michael Owen. Pronto por sus habilidades y carácter en la cancha fue catalogado por lo medios ingleses como ‘la mayor promesa en la historia’.

Esa Tarde de febrero

Aquella tarde del 6 de febrero habían alcanzado la semifinal de la Copa de Campeones de Europa por segundo año consecutivo. Cánticos, risas y juegos de poker hermanaban a jugadores y periodistas en el aeropuerto de Munich donde habían hecho escala desde Belgrado. Un día antes el 3-3 con el Estrella roja dibujaba una sonrisa de satisfacción en la cara de cada uno de esos chicos que esperaban en el próximo partido europeo enfrentar al Milan. Su meta era encontrarse en la final con el Real Madrid  comandado por Alfredo Di Stéfano y que los había eliminado el año anterior con un categórico 5-3 acumulado en los dos encuentros. Ahora en el frio territorio alemán el Airspeed Ambassador en el que viajaban de regreso a Manchester debía reaprovisionar combustible.

Cuando el comandante James Thain realizaba su tercer intento de despegue, el reloj marcaba las 3:04 de la tarde.  El avión retomó con velocidad el curso de ascenso por la congelada pista para trescientos metros más adelante estrellarse con una vivienda deshabitada en la cabecera del aeropuerto.

Sobrevivientes

Harry Gregg, portero titular del equipo, corrió rápidamente hacia la aeronave hecha pedazos después de haber sido arrojado 30 metros tras el choque. Envuelto en llamas el fuselaje del avión se había partido en dos y un espeso humo salía de él, sin pesarlo dos veces y haciendo gala de su destreza física se adentró en el siniestro y logró rescatar con vida a Bobby Charlton, Matt Busby, DennisViollet, compañeros suyos en el equipo, así como a la pasajera Vera Lukic y su hija.
Charlton, a quién después el destino le recompensaría después al ser campeón y mejor jugador del mundial de 1966, había resuelto pocos minutos antes cambiar de asiento con David Pegg. Aquella aparentemente intrascendente decisión le salvó la vida, su compañero junto con 21 pasajeros más (6 futbolistas entre ellos) había perecido instantáneamente.

Una joven promesa se apaga

Después de 15 días sus fuerzas desaparecieron, Duncan Edwards máxima figura, alma y líder del equipo fallecía producto de sus heridas. Tenía 21 años y un futuro promisorio. En la retina de sus compañeros sobrevivientes siempre quedará su recuerdo. Charlton posteriormente lo describiría como el único jugador por el cual se sintió intimidado en un campo de juego debido a su calidad.

Renacer de las cenizas
Varias veces Sir Matt Busby recibió la extremaunción temiendo que en el transcurso del día se produjera su muerte pero su fortaleza y carácter lo mantuvieron vivo. Desde su propio lecho de enfermo en Munich mandó mensajes de tranquilidad y animó a los aficionados ‘Red devils’ en Inglaterra.

Diez años más tarde la gloria llegaría a sus manos. Con él en el banco y dos goles de Bobby Charlton el Manchester United derrotó 4-1 al Benfica de Portugal en la final de la Copa de Campeones de Europa en 1968 con Wembley como testigo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

EXCELENTE ARTICULO

NO SABIA BIEN LA HISTORIA DE ESTE GLORIOSO CLUB.

Anónimo dijo...

Paul, no sabia de tus habilidades para escribir sobre la historia del United. En verdad que esta bien relatada esta parte de la historia de los diablos rojos de Manchester.

Anónimo dijo...

Una excelente cronica sobre el Manchester United, equipo de mis entretelas. Que calidad de redaccion y expresion futbolera.

En que periodico escribe usted? pues en el tiempo nunca lo he visto. Voy a estar pendiente de este "Blog" para aprender cositas del futbol.

Anónimo dijo...

El artículo me pareció muy bueno y la redacción digna de admirar... me gustaría ver un artículo similar sobre la tragedia del equipo Alianza Lima del Perú.

Anónimo dijo...

Buen artículo, algo plano, convencional, pero bien escrito. Tratándose de un medio electrónico se enriquecería con links apropiados, videos, etc. Y quiénes son los de la foto? Por lo menos ubicar a los protagonistas... Seguí con el buen el trabajo.

Unknown dijo...

Veo este blog por buen camino. Quien escribe se preocupa por investigar y ofrecer al público un material veraz en lo que tiene que ver con historia, cosa difícil de encontrar por estos días en los medios. Valdría la pena revisar la puntuación, hay cierto exceso de comas y algunas estan mal puestas. Sugiero usar más puntos seguidos.

Adelante con el buen trabajo.