Por la cabeza de Osvaldo
Ardiles, nunca, ni en sus peores pesadillas, se le pasó que una situación
política fuera a parar el progreso de su carrera futbolística. Aquel 2 de abril
de 1982, la junta militar argentina, encabezada por el General Leopoldo
Galtieri, puso en marcha un plan para recuperar la soberanía sobre el
archipiélago de las Islas Malvinas o Falkland, como son tradicionalmente
conocidas por los británicos. En ese momento, ‘Ossie’, como
era conocido en Inglaterra, la estaba rompiendo en el Tottenham Hotspur.
Había llegado a
Inglaterra en 1977, con su compatriota Ricardo Villa, como los primeros
fichajes extranjeros de los ‘Spurs’ después de que la F.A (Football
Association) hubiera decidido abrir las fronteras a jugadores de otras
latitudes. Venía de un modesto, pero popular club de la Argentina, donde su
apellido era sinónimo de gloria y una plegaria que bajaba de las tribunas cada
domingo que se calzaba los botines para el Club Atlético Huracán.
Pocos días después de
que tambores de guerra sonarán entre los dos países, el Tottenham Hotspurs
recibía en el mítico estadio White Hart Lane al Leicester City. Ardiles, con su
tradicional 7 a la espalda, salió al terreno de juego sin preocuparse y empezó
a hacer su talentoso juego en el medio del campo.
Con su conocida verticalidad y habilidad para incorporarse al ataque, el partido transcurría normalmente hasta que algunos hinchas del rival lo empezaron a increpar, ahí empezó a sentir la guerra.
“England, England” y
repetidos silbidos cada vez que tocaba la pelota empezaron a estallar en los
tímpanos del cordobés, que además atravesaba una complicada situación familiar.
Uno de sus primos, José Leónidas Ardiles, pilotaba un avión en el conflicto que
ya cobraba sus primeras víctimas.
Poco pudieron hacer los
hinchas de los ‘Spurs’, quienes habían celebrado gracias al importante papel
del argentino la FA Cup de 1981, e intentaron defender al jugador de los
cánticos del rival coreando un tímido e insólito “Argentina, Argentina”.
Después del partido y al
ser abordado por una cadena británica, Ossie confesó:
"Lo que está pasando es horrible. Soy argentino y apoyo a Argentina, que
es mi pueblo. Vivo en Inglaterra y mi familia también, pero sólo puedo decir
que las Malvinas son argentinas". Poco después abandonó el club con la
excusa de incorporarse a la Selección Argentina que disputaría el Mundial de
España 1982 con la esperanza de revalidad el titulo conseguido cuatro años
antes.
Por su conveniente convocatoria
al equipo nacional, no pudo disputar la segunda final consecutiva del Tottenham
en la FA Cup. Su amigo y compañero Ricardo ‘Ricky’ Villa,
a pesar de continuar en Inglaterra, quedó fuera del partido por la simple razón
de que sería muy mal visto por la opinión pública que la reina Isabel entregara
una medalla a un jugador argentino.
Después de un discreto
mundial en España donde Argentina quedó eliminado prematuramente, Ardiles
enfiló hacia Francia con la nostalgia de una derrota para su país tanto en el
ámbito deportivo como militar y la certeza de que no volvería a ver a su primo José,
una de las 649 víctimas argentinas declaradas del conflicto.
En el PSG duró algunos
meses para regresar a finales de 1982 a White Hart Lane, donde la gloria le
alcanzó una vez más junto a Glen Hoodle al ganar la Copa UEFA de 1984.
Inglaterra fue su casa hasta 1991 y con los ‘Spurs’ su romance duró hasta 1988,
cuando abandonó el norte de Londres para jugar con el Blackburn Rovers y
posteriormente cerrar su carrera con el Swindon Town.
El 7 de febrero de 2008
el 'Ossie’s Dream', canción compuesta en su honor por la
parcialidad del Tottenham Hotspurs, sonó de manera solemne en su inclusión en
el 'Hall of
fame' del club. En la memoria de los aficionados siempre ha sido recordado
como un ídolo.
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