Fue una tarde inolvidable en la historia de los mundiales de fútbol, el 17 de junio de 1970 el estadio Azteca de Ciudad de México fue testigo de uno de los partidos más emocionantes del fútbol en toda su historia, la semifinal entre Italia y Alemania. 120 minutos que quedaron en la retina de todos los espectadores alrededor del mundo.
El equipo dirigido por Ferruccio Valcareggi esperaba y contraatacaba tranquilamente, un tanto de Roberto Bonisegna en el minuto 8 les había dado el control del partido, Italia dosificaba su esfuerzo, en la mente solo tenía la final del torneo en la cual se enfrentaría a Brasil o a Uruguay quienes jugaban en Jalisco esa misma tarde.
Fachetti gran capitán de la “Scuadra azzurra” sacaba petróleo de cada incursión que hacia por la banda izquierda. Para el segundo tiempo Valcareggi hace una osada apuesta y pone en el terreno de juego a uno de los más jóvenes y talentosos delanteros del momento: Rivera entra por Mazzola haciendo así un relevo generacional y buscando un poco mas de vitalidad en el ataque de los trasalpinos.
Alemania no se desesperó, sabia que tenía una dupla de lujo en la delantera, Uwe Seeler, eterno delantero del Hamburgo que desde 1958 defendía los colores del “Mannschalf “ y Gerd Müller apodado “El tanque”, jugador franquicia del Bayern München que a esa altura del torneo ya llevaba 8 goles anotados además de la buena presentación de su portero Sepp Maier que contribuía con unas buenas atajadas cada que Luigi Riva y el recién ingresado Rivera se asomaban a su portería.
Overath y Beckenbauer distribuían el juego desde el medio campo, el joven “Káiser” tenia clavada la espina de no ser campeón en el 66 y a pesar de haber mandado a los ingleses a casa en la ronda anterior lo único que rondaba por su cabeza era la posibilidad de rescatar el trofeo Jules Rimet de ser ganado en propiedad por algún equipo (Recordemos que los tres equipos restantes en contienda, Brasil, Uruguay e Italia, habían ganado ya la copa en 2 ocasiones anteriores, el que la ganara una tercera se quedaba con el trofeo en propiedad), Grabowsky llevaba peligro en cada una de sus internadas por las bandas y Albertosi vociferaba a cada uno de sus defensas luego de alguna incursión germana.
Cuando ya Italia, último campeón de Europa, se preparaba para celebrar su pase a la final, Albertosi recibió la visita en el área de un viejo conocido Karl Heinz Schnellinger quien jugaba en el AC Milán, el polifacético defensa alemán venció al portero del Cagliari en el último minuto y forzó la prorroga. Alemania como siempre demostraba que hasta que el árbitro no pitará el final del encuentro no los podían tomar por descontados.
Nadie se imaginaba que en los siguientes 30 minutos se viviría uno de los más épicos desenlaces de la Copa Mundial, ni siquiera el dolor que le producía su hombro dislocado pudo sacar a Beckenbauer de la cancha, los masajistas hacían su trabajo rápidamente frotando muslos y tibias con un mentolado linimento.
Alemania comenzó con todo, al los cuatro minutos Seeler baja el balón al corazón del área luego de un tiro de esquina, Domenghini no advirtió la presencia de un cazador como Müller quien le anticipa y anota el 1-2, el equipo teutón se ponía por primera vez en ventaja. El tanque con el puño en alto celebraba su noveno tanto y que eventualmente les dejaba en la final pero la verdad era que todavía quedaba mucho partido por disputar.
Minutos después Burgnich caza el rebote de la defensa alemana en un tiro libre y empalma de pierna izquierda, el tiro entra rasante en la cabaña de Maier y vuelve a dejar las cosas en tablas, 2-2. Poco había durado la celebración alemana.
Estaban de nuevo como al principio, el empate no servía para ninguno de los dos además ya a estas alturas el encuentro se había convertido en una cuestión de honor, los dos equipos iban y venían, ataques se sucedían en las dos porterías y ninguna falta empañaba el buen juego de los dos equipos, a la legua se veía que era un encuentro entre caballeros dispuestos a demostrar cada uno por su lado la exquisitez de su futbol.
Riva solo en el centro del área alemana disparó y puso de nuevo adelante a los italianos, Müller insaciable en este partido capitaliza un error de Albertosi que propicia un tiro libre desde el costado izquierdo, en primera instancia desvía a tiro de esquina pero no puede parar al “tanque” que anota de cabeza viniendo desde atrás ganándole la espalda a la defensa, 3-3, Emocionante.
Los italianos no lo pueden creer, por segunda vez la victoria se les escapa por minutos, ponen el balón en el centro del campo e inician un ataque, Roberto Bonisegna , autor del primer gol, arranca con el balón por la punta derecha, centra y Rivera, el jugador mas caro de las historia del futbol trasalpino en ese momento pone el 4-3 definitivo, aunque todavía quedaban 8 minutos por disputar los dos equipos ya estaban fulminados por el esfuerzo físico, ese mismo arrojo paso factura al equipo en la final contra Brasil donde solo aguantó el primer tiempo antes de caer avasallado por un 4-1 contundente del mejor “Scratch” de la historia.
Hoy en el testigo mudo de esta hazaña futbolística reposa una placa que evita dejar en el olvido aquella tarde: El Estadio Azteca, Rinde Homenaje A Las Selecciones De: Italia (4) Y Alemania (3) Protagonistas En El Mundial De 1970, Del "Partido Del Siglo" 17 de Junio de 1970.
Semifinal de México 70 “El partido del siglo”
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4 comentarios:
buen post, gran trabajo de investigacion.
Gran artículo, fue uno de los mejores partidos de la historia, he visto algun reportaje del partido y es espectacular.
Eran dos grandes selecciones, Italia campeona de Europa del 68 y Alemania que comenzaba su época dorada con la Eurocopa del 72 y el Mundial 74.
Sólo puedo decir que esa prórroga es seguramente la mejor de la historia del fútbol, qué manera de levantarse por parte de los dos equipos.
Mi abuelo vio ese juego tenia 17 anos cuando lo vio y dice que ha sido el mejor juego de hombres sin quejas ni lloriqueos como hoy
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